Después de un año en mi startup actual, uno de los desafíos que tenemos es cómo obtener constantemente comentarios brutalmente honestos sobre nuestro producto y mensaje. Pero, ¿por qué es tan difícil? Bueno, una razón es que, como humanos, muchos de nosotros estamos programados para ser amables. Ser amable es más fácil. Es el camino de menor resistencia. Solo puedes decir: “tu startup es interesante” y fingir algún interés vago en una conversación posterior. Todos lo hemos hecho.

Pero, como la persona que da el consejo, puedes estar haciendo un gran daño a esa startup. Puede que no te importe, y tal vez no deberías preocuparte. Sin embargo, si tú mismo estás comenzando una empresa, o trabajando para otra startup, o invirtiendo en startups, o asesorando/mentorizando startups, entonces deberías preocuparte. Necesitas ser honesto y sincero. Las startups necesitan escuchar críticas honestas y sinceras; es uno de los ingredientes clave para alcanzar el ajuste producto-mercado.

Y esto me lleva al Fundador Sensible. Has trabajado incansablemente en tu producto durante meses, has puesto tu corazón y alma en ello y has salido del otro lado con lo que sabes que es un producto increíble. Lo entiendo, las startups son emocionales, son personales, pueden ser absorbentes. Pero supéralo. Tu producto casi seguramente apestará al principio. Debería apestar porque deberías estar mostrándolo a la gente mucho antes de que sea increíble. Pero puedes detectar al Fundador Sensible casi de inmediato. Alguien comienza a hacerles preguntas benignas, y el Fundador Sensible empieza a sonrojarse. Son criticados por algún aspecto del crecimiento del equipo o del gasto, y su lenguaje corporal se cierra. Intentas compartir algunas experiencias que has tenido con un segmento de su mercado objetivo, y te explican todas las razones por las que te equivocas.

¿Y cuál es el resultado de esta conversación? Como ya dije, como humanos, muchos de nosotros estamos programados para ser amables. Dar retroalimentación brutalmente honesta es una habilidad que debe desarrollarse como cualquier otra. Y los que están en el camino de aprender a ayudar y dar consejo retroceden tras cada reunión que tienen con el Fundador Sensible.

Así que necesitas reducir la sensibilidad. ¿Pero cómo? Como ya dije, las startups son personales, así que es natural que tengas una conexión emocional con tu producto. Hablando como un Fundador Sensible en Recuperación, aquí está lo que hago:

1. Valóralo como ingresos. Especialmente cuando estás comenzando. Si comienzas a valorar todas las formas de retroalimentación, incluso la negativa, tu cerebro comenzará a reestructurarse para no activar neuronas de rabia internas.
2. Pide retroalimentación crítica desde el principio. Justo al inicio de la reunión. Incluso llego a decir “¡ataca! ¡nada de lo que digas puede herir nuestros sentimientos!” Hacer que la persona se sienta completamente desarmada de que no te encogerás en posición fetal cuando comiencen a cuestionarte comienza las cosas con buen pie.
3. ¡Agradece cuando lo recibas! Alguien realmente se preocupó por tu producto, al menos lo suficiente como para decirte lo que no les gusta de él. Eso es sinceramente un gran asunto. La verdadera mala señal no es cuando recibes retroalimentación negativa, es cuando no recibes retroalimentación en absoluto.
4. Deséchala. ¡Sí, soy un hipócrita! Sí, la tratas como ingresos, pero no todos. De hecho, no la mayoría de ellos. La retroalimentación es un proceso de agregación. Buscas patrones de consistencia en lo que escuchas. ¿Escuchaste sobre la misma característica faltante en tu producto 5 de 10 demostraciones, todas del mismo perfil de comprador? Vas por buen camino. Prepararte para potencialmente desechar retroalimentación también te ayuda a desconectarte emocionalmente cuando lo escuchas.
5. Haz preguntas de seguimiento. Cuando alguien critica un aspecto de lo que estás haciendo, pregúntales por qué. ¿Se basa en su experiencia pasada? ¿Se basa en su uso percibido de tu producto? ¿Se basa en un malentendido o explicación deficiente de tu empresa? Las respuestas a cualquiera de esas preguntas te ayudan a entender dónde necesitas enfocarte, es decir, características del producto, mensajes del sitio web, mala semántica, etc.

Ahora estás listo: así que sal y encuentra a alguien que critique esa idea que pasaste el último año persiguiendo ☺